Aspectos psicosociales y éticos del dopaje.

Abstract

La cultura, con su conjunto de rasgos espirituales, materiales y afectivos, caracteriza a la sociedad o al grupo. En ella se engloba modos de vida, sistemas de valores y derechos fundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. En este contexto emergen el deporte y la competencia sana, los cuales, pese a la influencia de factores económicos, sociales y políticos, tienen la capacidad de afectar la actitud de la comunidad, fortalecer la convivencia, el desarrollo, y garantizar el proceso de formación de la personalidad de los individuos, los valores y el desarrollo integral del ser humano y la sociedad. Se gesta el juego, que es libertad sana, emoción, fantasía y disciplina al mismo tiempo. Con el juego, la práctica del mismo y la competencia, tan tradicional y tan antigua como el ser humano, toman cuerpo, con su carácter lúdico, de cohesión social, & emulación de calidades físicas y técnicas con observación a reglas, valores y ética, para nutrir la misma sociedad. Sin embargo, la práctica del deporte y la competición sana exigen juego limpio, observación de los principios que imponen el derecho a la vida, a la salud integral, a su libertad. Por tanto, la competencia en el deporte es ajena a prácticas nocivas, como el dopaje, que envilecen los valores más sagrados del deporte: la ética y el juego limpio. La construcción de un mundo mejor, más pacífico, más auténtico, que proteja principalmente a la juventud, se logrará si unidos todos los estamentos de la sociedad y del deporte, en su conjunto, luchan para detener el tráfico y el consumo de las drogas de uso ilícito, la práctica del dopaje, porque el deporte debe estar al servicio del desarrollo armonioso de la sociedad, y de su principal razón de ser: el ser humano.