“Wormholes” in the common core : spatial reasoning, literacy, and Mathematics Education.
Citación
Fecha
2011-07-26Autor
Gersmehl, Philip J
Enlace al recurso
https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/anekumene/article/view/7193Keyword
NeuroscienceSpatial reasoning
Literacy
Mathematics education
Neurosciência
Raciocínio espacial
Alfabetização
Educação matemática
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Las últimas décadas del sigloXX fueron testigas de una revolución en la investigación del cerebro. Usando las nuevas tecnologías de escaneo los investigadores encontraron que el razonamiento espacial humano utiliza una serie de estructuras cerebrales apartadas que funcionan con cierta independencia, a menudo simultáneamente. Por otra parte, estas estructuras y las redes del cerebro se desarrollan a ritmos diferentes en cada niño, dando lugar a importantes diferencias individuales en el rendimiento de tareas espaciales dentro del aula, incluyendo la lectura y diversos tipos de razonamiento geométrico/matemático., Tomando como base esta investigación en neurociencia, diseñamos nuevos materiales educativos para promover el razonamiento espacial. En este artículo se describen los siguientes ejemplos: una secuencia de lecciones de geografía organizadas por edades que incluye un estudio de mapas sencillos de los animales Africanos para el nível de primaria, una serie de actividades relacionadas con el clima dirigidas a la básica secundaria y una lección acerca de las estrategias para combatir la malaria y otras enfermedades tropicales en una era de cambio climático global planeada para la media. Nuestras lecciones de geografía fueron aplicadas en varios barrios muy pobres de NuevaYork. Los estudiantes también alcanzaron logros significativos en el desempeño de lectura estandarizada y las pruebas de matemáticas. Si bien no podemos decir que se “demostró” una relación de causalidad, las posibilidades son muy interesantes. En este contexto, es importante tener en cuenta que el nuevo Currículo Básico Común en los Estados Unidos se basa en investigación obsoleta. Como resultado, la implementación de clases experiementales del tipo descrito en este artículo pueden desanimar a los administradores escolares.
Abstract
The last decades of the 20th century witnessed a revolution in brain research. Using new scanning technologies, researchers learned that human spatial reasoning uses a number of separate brain structures that work at least somewhat independently, often simultaneously. Moreover, these brain structures and networks develop at different rates in different children, leading to significant individual differences in classroom performance on spatial tasks, including reading and various kinds of geometric/mathematical reasoning. Using this research as a basis, we designed new educational materials to promote spatial reasoning. In this paper, we describe an example: an age-scaffolded sequence of geography lessons, including a primary-school study of simple maps of African animals, several middle-school climate activities, and a high-school lesson about strategies to combat malaria and other tropical diseases in a time of global climate change. Our geography lessons were used in several high-poverty neighborhoods in New York City. Students in those classes also had significant gains in performance on standardized reading and math tests. While we cannot claim to have “proved” a causal link, the possibilities are intriguing. In this context, it is very important to note that the new Common Core curriculum in the United States is based on outdated research. As a result, it might actually discourage school administrators from trying experimental lessons of the kind described in this paper.
Editorial
Editorial Universidad Pedagógica Nacional
Fuente
Colecciones
- Anekumene [169]