Aportes del juego dramático al desarrollo de la inteligencia emocional en niños de 6 a 10 años. Estudio aproximativo en el taller de teatro de los núcleos de formación de la localidad de Engativá.
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Date
2015Author
Moncada Guzmán, Angie Lorena
Director / Asesor / Tutor
Alfonso Peña, Luis Miguel
Palabras claves
Emoción
Inteligencia emocional
Mediación social
Actividad
Teatro
Investigación cualitativa
Juego dramático
Segunda infancia
Educación no formal
Metadata
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Este proyecto de investigación fue motivado en primer lugar por los cuestionamientos sobre la importancia y desarrollo del plano emocional en el carácter y misión institucional de la Licenciatura en Artes Escénicas. Y en segundo lugar, por la observación realizada, en un principio, en la llamada práctica pedagógica, donde fueron evidentes emociones y comportamientos que afectaron las relaciones que establecieron los niños con la clase y sus compañeros. En un primer momento se intentó desplegar talleres teatrales para el desarrollo de la emoción en niños del grado tercero de primaria, pertenecientes al taller de teatro del Instituto Pedagógico Nacional; pero, por problemas de orden institucional, el tiempo requerido para el proceso completo no se pudo lograr. Por ende, fue un proceso poco estructurado para el fin de la investigación. En consecuencia hubo cambios drásticos en la población que ampliaron la visión de la investigación con respecto al desarrollo emocional y los aportes que tenía el teatro para el mismo. En efecto, se decidió tomar la población de los niños del taller de teatro de los Núcleos de Formación Artística de la Alcaldía de Engativá efectuados en el segundo periodo de 2014. Se pretendió proporcionar estrategias partiendo del juego dramático para contrarrestar, o al menos entender, la complejidad de su mundo emocional, donde fuera posible formar mejores interacciones entre éstos y
mayor capacidad de manejar comportamientos hostiles, miradas sobre sí y las formas de actuar en grupo. En un principio la observación fue herramienta fundamental para el reconocimiento del grupo, sus necesidades, intereses y destrezas. Los asistentes a las sesiones reflejaban falta de confianza -en sí mismos y en los demás-, inhibición, timidez, dispersión e indisciplina, lo cual afectaba el desarrollo de las clases y las relaciones interpersonales. Es de anotar que varios de los niños asistentes tenían contacto por primera vez con un espacio teatral. No se trató de situar la emoción como una dimensión ajena a las restantes que constituyen al ser humano. En este trabajo se tiene una visión integral del niño y de su educación. No se trata de separar la razón, el desarrollo intelectual, social, cognitivo y afectivo. No se trata, se insiste, de ubicarlas
como cuestiones separadas, como se acostumbraba a pensar durante la primera mitad del siglo XX. Por el contrario, se puede afirmar que existe una relación entre éstos ámbitos humanos, a pesar de que cada uno tenga sus propios procesos y funciones como lo describió Howard Gardner (1998), psicólogo norteamericano, en sus estudios sobre las inteligencias. Ahora bien, siguiendo el pensamiento de Lev Vygotsky (1979), el arte cumple una función que trasciende lo emocional y se instala en la consciencia, en la inteligencia, en el cuerpo, la percepción y las interacciones sociales. No obstante, a partir del supuesto de que el componente afectivo es uno de los más omitidos en el país y en la escuela colombiana se tomó como
núcleo de la investigación. Con tal propósito se diseñó y se puso en marcha un conjunto de talleres teatrales basados en el juego dramático con énfasis en el desarrollo de la Inteligencia Emocional en los niños de segunda infancia.
Editorial
Universidad Pedagógica Nacional
Programa académico
Licenciatura en Artes Escénicas