La huerta urbana como espacio pedagógico queer de la Educación Física. Una metáfora de la diversidad para pensarnos el respeto de la identidad diversa.

Abstract

Una Educación Física para la cual su objeto de estudio dícese es la experiencia corporal, una experiencia que se queda solo en el aire y en la palabra pronunciada, distante está en realidad alejarse de una mirada netamente biologicista, y sin pretender que lo haga plenamente, porque hace falta un cuerpo que sienta, piense y actúe; sin él no habría nada. Es un pleno atrevimiento de mi parte, plantear una postura que se salga del imaginario, de un imaginario de la carrera, del patrón de movimiento, del ángulo de la zancada, de la distancia y fuerza con que es lanzada una pelota, de atravesar una distancia marcada por conos y discos al ritmo del zig-zag, de golpear un balón de caucho o goma contra el suelo varias veces antes de lanzarlo al tablero con el aro, de la medida perfecta o estándar para encajar en tablas de bienestar y de belleza establecidas por organizaciones mundiales para la salud.